¡Jesus te Busca!
  Leccion1 - Salvacion
 
LECCION 1 - LA SALVACION
Texto Clave: Juan 3 16 -17
1.    LA GRACIA ABUNDANTE
La salvación no se puede negociar; no se puede comprar, ni vender (Efesios 2:8-9). Cuando Simón el mago le ofreció dinero a Pedro para recibir la unción que éste tenía, la respuesta de Pedro fue: «Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero» (Hechos 8:20)
PERO. ¿QUÉ ES GRACIA?
Es la misericordia que Dios da a quienes no la merecen. La gracia es el regalo más grandioso concedido por Dios a todos los que lo quieran recibir, y que no tiene precio.
DESCRIPCIÓN DE LA GRACIA
Gracia viene del griego "caris", que significa «belleza o atractivo». La gracia empieza con Dios. Él no nos ve en nuestra lamentable condición, sino que nos da una mirada favorable, que es la que produce el milagro de la transformación. Un gran ejemplo lo encontramos en la antigüedad, cuando Dios tomó la decisión de destruir la tierra con el diluvio a causa de la maldad del hombre, porque toda carne se había corrompido. Lo único que preservó la existencia de la humanidad fue que «Noé halló gracia delante de los ojos de Dios» (Génesis 6:5-8)
En su carta a los romanos, Pablo dijo: "Así que, como ustedes ven, nadie puede alcanzar el favor de Dios por ser lo suficientemente bueno, porque mientras mejor conocemos la ley de Dios, más nos damos cuenta de que no la obedecemos; la ley nos hace vernos pecadores" (Romanos 3:20, Biblia al Día). Y añade: "Pero Dios nos declara inocentes del delito por haberle ofendido si confiamos en Jesucristo, quien gratuitamente borró nuestros pecados" (Romanos 3:24, Biblia al Día],
También le reitera Pablo a los Romanos: "Entiéndanlo bien: Cristo concede a quienes creen en él lo que ustedes están tratando de lograr por esfuerzo propio, pues Cristo es el fin de la ley" (Romanos 1 0:4, Biblia al Día)
JUSTIFICACIÓN POR LA GRACIA
Aunque la ley fue parte de la Palabra de Dios y expuso la justicia divina en el pueblo de Israel, con la muerte de Cristo en la cruz murió la ley y renació la gracia. El salmista dijo: "La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. La verdad brotará de la tierra, y la justicia mirará desde los cielos" (Salmos 85:10-11).
La severa justicia es exacta, precisa, imparcial y objetiva y no permite aproximaciones de ninguna índole. Pero en la cruz se encontrarán la severa justicia de Dios que dijo: "El alma que pecare morirá" y la misericordia divina que dice: "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). Dios, en su justicia, tenía que castigar al pecador; pero en su misericordia, prefirió castigar a su propio Hijo, para así salvar a toda la humanidad, que estaba perdida.
Pablo dijo: "Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley" (Romanos 3:28).
"Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia" (Romanos 4:4-5).
Algunos piensan que para entregar sus vidas al Señor, deben ser mejores de lo que son, y dejan pasar los días pensando que mañana cambiarán. Lo interesante es que en la fe, el Señor no exige esfuerzo alguno de nuestra parte, ya que la fe permite decir: Todo el castigo que yo como pecador merecía, recayó sobre aquel hombre llamado Jesús, quien nunca cometió pecado.
Y todo el bien que Jesús debería recibir, vino sobre mí sólo por creer en Él. Dios me ve a través de Jesús, y yo me comunicó con Él también por medio del Señor Jesucristo.
Mediante la gracia, le entregamos a Jesús nuestras debilidades para que Él las lleve, y aceptamos toda su fortaleza dentro de nosotros.
·         Le entregamos nuestros pecados. Aceptamos de Él salvación.
·         Le entregamos nuestras enfermedades. Aceptamos de Él salud.
·         Le entregamos nuestras necesidades. Aceptamos de Él provisión.
·         Le entregamos nuestra angustia. Aceptamos de Él paz.
·         Le entregamos nuestra voluntad. Aceptamos de Él la guía de su Santo Espíritu.
·         Le entregamos nuestro humano conocimiento. Aceptamos de Él sabiduría.
Por la gracia confiamos de una manera plena en el Señor Jesucristo y decimos como Pablo: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4: 13).
LA GRACIA Y EL PECADO
Pablo dijo: "La ley... El problema no está en ella sino en mí. Por estar vendido en esclavitud al pecado, que es mi dueño" (Romanos 7: 14, Biblia al Día)
Aunque la leyes espiritual, ella no es el problema sino nosotros que somos carnales. Y por tener una naturaleza carnal, fuimos hechos esclavos del pecado.
En Roma los esclavos eran colocados sobre una tarima, con una lanza clavada en un poste sobre sus cabezas. La lanza simbolizaba que el esclavo estaba en venta. Aquel que lo compraba era quien tenía todo el derecho sobre él. El esclavo no tenía derecho a escoger, quien lo gobernaba era su amo.
Nosotros también, por causa del pecado, fuimos exhibidos en el mercado de Satanás, y la lanza sobre nuestras cabezas era su dedo acusador. Era necesario que alguien nos comprara, y esto fue exactamente lo que hizo Jesucristo.
El apóstol Pablo dijo: "Anulando el acta de los decretos, que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz" (Colosenses 2: 1,4).
El acta de decretos equivale a las acusaciones del adversario cuando un individuo ha pisado su terreno. Por lo general el enemigo atrapa a las personas por medio de una palabra, un pensamiento o alguna situación negativa experimentada en el pasado. Satanás, por medio del pecado, adquiere el derecho, si no destruimos todos los argumentos levantados en nuestra contra en la cruz del calvario.
La cruz es tan poderosa que el apóstol Pablo dijo: "Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo" (Gálatas 6: 14).
2.    ¿QUÉ SE ENTIENDE POR SALVACIÓN?
El término salvación equivale a «rescate», e implica liberar a una persona de la esclavitud de alguien o de algo, ya sea un sistema o una situación que le oprime. En tal sentido, la salvación se asocia con la redención, y este aspecto sugiere el pago de un precio para que la libertad se concrete y la esclavitud desaparezca.
La salvación es, entonces, «el proceso a través del cual el hombre es rescatado de la esclavitud del pecado, mediante la obra expiatoria de Jesucristo en la cruz del Calvario»
El plan de salvación diseñado por Dios contempla los siguientes aspectos: justificación, regeneración, santificación y redención propiamente dicha. (Amplíe estos 4 conceptos, de una manera muy sencilla)
Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención" (1 Corintios 1:30)
Para recibir la regeneración se requiere de:
· La palabra viva y permanente de Dios 1 Pedro 1 :23
· La obra del Espíritu Santo Juan 3:5-8
· La fe en Jesús Hechos 3:16
CONCLUSIÓN
Es tan valiosa la gracia salvadora que Dios, con todo su poder, no encontró otra forma de redimirnos sino a través de la bendita sangre de su propio Hijo. Por medio de Jesús, todo lo que el hombre perdió en el paraíso, fue restituido a través de la fe. Ning9n hombre podrá volver a disfrutar de la vida y de
las riquezas espirituales, si antes no reconoce su condición de pecador y acepta el sacrificio de Cristo en la cruz, depositando su fe en Él.
APLICACIÓN
Examine integralmente su vida y observe si hay en ella alguna situación de pecado que no haya sido confesada ante Dios. Renuncie a esto y procure gozar de la santificación que trae consigo el plan de salvación.
TAREA
Elabore una lista de personas cercanas a usted (familiares o conocidos), que no hayan abierto su corazón a Jesús. Ore por ellas y pida al Señor que le brinde la oportunidad de compartirles el plan de salvación para que también sean partícipes de la gracia de Dios.

 
   
 
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